Con una marcha más que su rival, el Lenovo Tenerife comenzó el encuentro muy activo y adquirió las primeras ventajas en el marcador. Los aurinegros anotaron cuatro triples prácticamente consecutivos (dos de Aaron Doornekamp, uno de Salin y otro de Cook) para establecer el 7-20 en el electrónico. A partir de ahí, los turcos realizaron un pequeño amago de reacción para disminuir la desventaja hasta el 17-24, llegando aún así al final del primer período con el partido controlado para los de Txus Vidorreta.

Los aurinegros continuaron la buena dinámica del primer cuarto para seguir llevando las riendas del encuentro. A falta de algo menos de dos minutos para llegar al intermedio, Jaime Fernández anotó un 2+1 que otorgaba a los canaristas dieciocho puntos de ventaja (29-47), por lo que todo hacía presagiar que el encuentro estaba muy encarrilado y prácticamente visto para sentencia. Un pequeño parcial favorable a los turcos dejaba el marcador en un 34-48 final, pero con la sensación de dominio total para el Lenovo Tenerife. 

Si en la primera parte había un claro dominio tinerfeño en el encuentro, las tornas cambiaron radicalmente tras la salida de vestuarios. El Darüssafaka salió con el cuchillo entre los dientes y consiguió darle la vuelta al partido, guiados por un altísimo acierto exterior (seis triples) y con la actitud necesaria para meterse en el choque. Los canaristas encajaron un parcial desfavorable de 30-15 para irse un punto abajo al final del tercer cuarto (64-63).

Tras un triple anotado por Berk Demir, los turcos volvieron a tomar los mandos de un encuentro que ya no dejarían escapar. A partir de ahí, se vivió un compás de intercambio de canastas entre ambos equipos, pero siempre con ventaja en el marcador para los locales. Marcelinho intentó mantener al Lenovo en el partido anotando canastas de calidad para establecer el 83-82, pero en la siguiente jugada una defensa desastrosa permitió que los locales anotaran un triple clave (totalmente liberado desde la esquina) para prácticamente sentenciar el partido. Ya con el tiempo encima, el propio Huertas intentó anotar un triple para volver a apretar el marcador, aunque el electrónico ya no iba a sumar más para la escuadra aurinegra, llegando con un 88-84 al final.

El georgiano volvió a conseguir buenos números, pero aún se le ve con problemas en la cancha y sin estar en su mejor forma física. Acabó el encuentro con 15 puntos, 7 rebotes y 23 de valoración en casi 27 minutos.

Por otro lado, Tim Abromaitis se convirtió en el máximo reboteador histórico de la BCL, consiguiendo los 400 rebotes en la competición. Es el primer jugador en alcanzar dicha cifra, por lo que suma un nuevo hito en su carrera deportiva.

El preparador vasco analizó brevemente la derrota de su equipo, afirmando que «ellos hicieron una muy buena segunda parte, con grandes números en tiros de tres y de dos. Tuvieron una gran reacción, especialmente en el tercer cuarto. Nosotros hicimos unos muy buenos 20 minutos. Normalmente en nuestros segundos partidos, el primero fuera de casa, suele ser malo. Así que no estoy feliz, pero cuatro puntos es una diferencia que podemos recuperar en el partido de vuelta contra Darüssafaka», sentenció.