Tras un comienzo de temporada tan gris como el que ha cosechado el Lenovo Tenerife, necesita cuanto antes la aportación de jugadores que están llamados a ser muy importantes. Es el caso de Bruno Fitipaldo, Sasu Salin y Joan Sastre, integrantes del roster que actualmente están a un nivel muy por debajo del esperado. A continuación, detallamos y comparamos su rendimiento actual con el que mostraron en el inicio de la pasada campaña como aurinegros.

Todos han empeorado sus registros, incluso quedándose en términos negativos en cuanto a valoración se refiere. Bruno Fitipaldo comenzó la pasada campaña -en los primeros cuatro partidos- promediando 10 puntos, 3,2 asistencias, 0,5 rebotes para 9 créditos de valoración. Este año su nivel ha bajado drásticamente, quedándose en 3 puntos, 0,8 rebotes, 2,3 asistencias y 0 de valoración.

El caso de Sasu Salin es aún peor que el del uruguayo, ya que en este inicio de competición ha estado desaparecido en combate. Fue el mejor jugador del equipo en las primeras cuatro jornadas de la pasada campaña, yéndose hasta 14,5 puntos, 2,5 rebotes, 1,7 asistencias para 14,5 créditos de valoración, y el peor en este inicio liguero, promediando 1,5 puntos, 1,5 rebotes y 0,5 asistencias para -0,8 créditos de valoración.

Por último, Joan Sastre sigue sin aportar lo que se espera de él, y además empeora sus términos estadísticos con respecto al pasado curso. En el inicio de la 2022/2023 se fue hasta los 2,2 puntos, 1 asistencia y 1,7 rebotes para 3,5 valoración, mientras que en lo que va de curso promedia 2,3 puntos, 1,3 rebotes y 0 asistencias para 1,5 de valoración.

Sin embargo, no todo son noticias negativas, ya que el retorno del mejor Jaime Fernández es un hecho. El madrileño se fue hasta los 11 puntos, 2 rebotes y 1,7 asistencias para 11,5 créditos de valoración en el comienzo del pasado curso, mientras que este año promedia 12 puntos, 1,8 rebotes y 3,5 asistencias para 11,8 de valoración.

Además, en cuanto a defensa se refiere, el Lenovo Tenerife es la segunda peor de la competición (353 encajados; 88,2 por partido), colocándose solo por detrás del Covirán Granada (382; 95,5 de media). Un dato estadístico que tiene su peso en oro, ya que a estas alturas de la pasada campaña, el conjunto aurinegro era la mejor defensa de la ACB (283; 70,7 por encuentro).