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Se agotó el discurso

ACB Photo/CB Canarias.

Foto: Emilio Cobos

Todo tiene un inicio y un final. Es hora de dejar de vender una realidad que no es. En otro contexto totalmente diferente, igual esos argumentos eran válidos, pero lo cierto es que ya no tienen cabida en la situación actual del Lenovo Tenerife. Nos estamos acostumbrando y dando una imagen de poca ambición y continua excusa cuando realmente no salen las cosas como estaban previstas, porque sí, en esta Final Four no han salido las cosas como se esperaban, ni dentro ni fuera del club.

Leía por redes sociales una palabra clave con la que quiero enfocar esta columna de opinión: exigencia. Cuando una persona está capacitada para alcanzar un objetivo y no lo consigue, lo que no puede es poner excusas y respaldarse en los méritos que se han conseguido en los últimos tiempos para justificarlo. Pues lo traslado al ámbito del baloncesto: tengo la impresión de que hemos entrado en un bucle que puede limitar exponencialmente el crecimiento de este equipo, y es una circunstancia a la que le damos poca importancia, pero que puede ser el inicio de un conformismo que puede influir negativamente en el porvenir del Lenovo Tenerife.

Tenemos que empezar a distinguir y aceptar los éxitos de las decepciones que pueda cosechar el equipo. La trayectoria del Lenovo ha sido de continua mejora y crecimiento temporada tras temporada, incluso donde una revolución como la de 2019 sirvió para aumentar los logros y estar cerca de la excelencia. Nadie puede poner eso en duda, repito, nadie, pero al igual que se elogia cuando salen bien las cosas, también se puede hablar cuando estas no salen como se esperaban.

Pongamos todo en contexto. Esta temporada está siendo, en líneas generales, buena para el equipo. Se ha clasificado por primera vez para una final de Copa del Rey, ha logrado su tercer campeonato de la Intercontinental, ha sellado su billete para las series por el título en Liga Endesa, al igual que se ha clasificado para la Final Four de la BCL. Hasta ahí, todos de acuerdo. Pero, si entramos un poco en materia, podemos afirmar que esa Copa Intercontinental se gana prácticamente sin sufrir; la clasificación para la final de la Copa del Rey se logra venciendo a dos equipos a los que el Lenovo Tenerife supera en la tabla de liga regular ACB (como son Joventut y Gran Canaria), y que para llegar a esa Final Four de la BCL se vence -en cuartos de final- a un rival como Baxi Manresa, que esta temporada ha estado luchando por mantenerse en Liga Endesa, y, por tanto, no descender a LEB ORO. Y esto no va de restar mérito a los logros conseguidos. Es simplemente darles un valor proporcional.

FIBA photo

Pero, ¿qué ha pasado en las dos grandes citas hasta la fecha? Pues que se han perdido. La primera, ante Unicaja en la final de la Copa del Rey, y la segunda, ante el Hapoel Jerusalem en las semifinales de la Basketball Champions League. Podríamos hablar de múltiples motivos por los que se han perdido esas ‘finales’, pero no me quiero centrar en eso, sino en lo que viene después: la excusa y la justificación para no asumir lo que realmente ha sucedido en estos partidos.

La clave de todo esto es poder expresar la decepción sin necesidad de que te critiquen por ello, ya que muchas personas se cohiben por el miedo al que dirán, pero la realidad es que si queremos seguir creciendo como club, se ha de naturalizar la crítica al equipo cuando se merezca, al igual que se naturaliza y se da por sentada la alabanza cuando las cosas se hacen bien, que por suerte, sucede en muchas ocasiones. Una crítica que además es positiva, y lo que demuestra son las ganas de seguir creciendo porque se confía en las posibilidades y el buen hacer de este equipo.

Y quiero cerrar esta columna regresando a la palabra que mencionaba al inicio: exigencia. Si queremos seguir creciendo, se debe exigir al equipo la consecución de unos objetivos que están a su alcance. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de ir cada vez conformándonos con menos, y consolarnos con la trayectoria del pasado, que ya de poco sirve de cara al futuro. Dicho esto, el equipo tiene un bonito reto por delante para poder resarcirse de estos dos títulos perdidos, y terminar la temporada con buen sabor de boca en los playoffs de la Liga Endesa. Confianza plena en que este grupo irá a por ello.

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