Derrota con buen sabor de boca. El Lenovo Tenerife no pudo superar al Unicaja en el Carpena (75-71), pero se lleva la lucha por el basket average ante los malagueños, por lo que dependen de sí mismos para terminar la temporada en la cuarta posición.

El partido comenzó con un parcial de 21-13 en el primer cuarto, donde los de Ibon Navarro impusieron su ritmo y sus señas de identidad, comandados por un Kendrick Perry que anotó ocho puntos en los primeros diez minutos (diecinueve en total). Los aurinegros no estuvieron nada cómodos, con siete pérdidas en este cuarto, y sin encontrar sensaciones tanto en ataque como en defensa.

Se repuso, sin embargo, el Lenovo para remontar esos trece puntos de desventaja que llegaron a tener los aurinegros, a base de un buen trabajo defensivo (solo trece puntos para el Unicaja en el segundo cuarto), y con un acertado Sasu Salin (2/3 en triples), que junto a un lanzamiento exterior de Bruno Fitipaldo, pusieron la igualdad en el marcador para marcharse con un 34-34 al descanso.

Tras un muy buen inicio de tercer cuarto para el Lenovo (0-7 de parcial), donde consiguió colocarse con un 34-41 a su favor, los malagueños reaccionaron con dos triples consecutivos para devolver la igualdad en el marcador (40-41). A partir de ahí, el Unicaja volvió a tomar el mando del encuentro, en el que incluso se sobrepuso a la expulsión de su entrenador, Ibon Navarro, tras dos técnicas que le obligaron a abandonar el encuentro en el tercer cuarto. Se llegaba pues, al último período, con un 59-51 favorable a los locales, y con la sensación de que el Unicaja tenía totalmente controlado el choque.

Sin tiempo para lamentaciones, el Lenovo Tenerife estaba obligado a reaccionar, no solo para evitar la posible derrota, sino para impedir que el Unicaja se llevara el basket average particular. Y así fue. No sin sufrimiento, el conjunto aurinegro se mantuvo vivo en el encuentro, incluso con chispazos para poder optar a la victoria, pero los malagueños no permitieron que se acercaran a menos de cuatro puntos. En los últimos segundos, un triple crucial de Jaime Fernández desde la esquina ponía el 75-69, por lo que ese resultado le servía al Lenovo para amarrar el average. En la siguiente acción, los malagueños erraron su lanzamiento, y Aaron Doornekamp puso el 75-71 desde el tiro libre, a falta de 3,4 segundos para el final. Un último triple de Kendrick Perry pudo haber dinamitado la lucha por el average, pero finalmente no entró y el Lenovo pudo salir con vida de tierras malagueñas.

El pívot grancanario cuajó un gran partido en ambos lados de la cancha, sumando acciones de mucho mérito bajo los aros. Se fue hasta los nueve puntos, cuatro rebotes y dieciséis de valoración, registros que le hacen conseguir su tercera mejor marca valorativa, esta temporada, como jugador del Lenovo Tenerife.

Txus Vidorreta pidió al jugador canadiense que anotara el primer tiro libre pero que fallara el segundo, para no dejar una posible acción que pudiera empatar la lucha por el average. Aún así, el aurinegro lanzó a fallar el lanzamiento, pero el balón finalmente entró tras tocar en la tabla, tal y como sucedió con el tiro libre de Tim Abromaitis ante Baskonia, en una situación casi calcada a la de hoy. Por suerte, todo quedó en una mera anécdota y no fue determinante en el resultado final.

El Lenovo Tenerife depende de sí mismo para mantener la cuarta posición. Si gana a Casademont Zaragoza, el conjunto aurinegro tendrá factor cancha en los cuartos de final. Si pierde, tendría que esperar una derrota del Unicaja en Bilbao, situación que le permitiría mantener la cuarta posición a pesar del tropiezo.